4 consejos profesionales para hacer frente a la ansiedad

Todos hemos experimentado alguna vez la ansiedad. Esa sensación cuando nuestro ritmo cardíaco aumenta, nuestras manos se vuelven temblorosas y sudorosas, y nuestra mente comienza a acelerarse. Todos sabemos, de primera mano, que puede ser una sensación terrible. Una sensación que puede persistir durante horas, a veces interfiriendo en nuestro funcionamiento diario. Aunque es fácil creer que somos los únicos que experimentamos esto, estoy aquí para decirte que no estás solo, y que hay maneras de hacer frente a la ansiedad.

¿Qué es la ansiedad?

Antes de aprender a lidiar con la ansiedad, es importante entender qué es exactamente la ansiedad. La ansiedad es la respuesta del cuerpo al estrés y suele describirse como sentimientos de temor y preocupación, especialmente hacia un acontecimiento futuro, junto con algunas sensaciones corporales como mariposas en el estómago o una sensación de tensión en el cuerpo.

Esa respuesta de «lucha o huida» que experimentamos ha existido desde el principio de los tiempos, sirviendo a un propósito evolutivo. La ansiedad es lo que mantuvo a nuestros antepasados vivos y a salvo de los animales salvajes. Pero aunque ya no estemos expuestos a estos peligros naturales, la ansiedad sigue siendo uno de los principales motivos que afectan a millones de personas a diario.

En el mundo moderno, la ansiedad puede motivarnos y prepararnos para futuros acontecimientos. Por ejemplo, nos motiva a estudiar más para ese examen, o a practicar más para esa presentación de trabajo. En definitiva, un poco de ansiedad puede ser muy beneficiosa para nosotros.

Pero para millones de personas la ansiedad excede su propósito práctico y útil, interponiéndose en el funcionamiento diario y creando una respuesta de estrés que genera un sufrimiento excesivo. Siga estos consejos de Psicopartner Madrid para hacer frente a las crísis de ansiedad:

1. Ejercicio

Un gran método de afrontamiento para esos momentos en los que nuestra ansiedad empieza a tomar el control es realizar algún tipo de ejercicio. Innumerables estudios demuestran que el ejercicio, incluso en pequeñas cantidades, puede ayudar a controlar e incluso aliviar la ansiedad. El ejercicio puede adoptar muchas formas y no significa necesariamente hacer ejercicio en el gimnasio. Por ejemplo, cuando me siento ansioso, un simple paseo de 15 a 30 minutos puede tener un gran impacto positivo en mi estado de ánimo y bienestar mental.

El ejercicio también puede ayudarnos a distraernos de nuestros pensamientos y a anclarnos en el momento presente. Tomarse el tiempo para realizar una actividad física que le resulte adecuada y agradable puede ser una forma excelente de aliviar los síntomas de ansiedad, y esta habilidad para liberar la ansiedad ha sido respaldada sistemáticamente por la investigación científica a lo largo de los años.

2. Respiraciones profundas

Lo hemos oído en innumerables ocasiones: inhala profundamente, exhala profundamente. Aunque no parezca útil, respirar profundamente puede ser muy beneficioso para controlar la ansiedad. Cuando experimentamos ansiedad, todas las alarmas de nuestro cuerpo se activan.

Nuestro cuerpo responde al estrés psicológico expresando síntomas como preocupación, hiperventilación, tensión muscular, etc. Las respiraciones profundas envían señales al cerebro de que todo está bien. Ayudan a calmar los nervios y a relajar el cuerpo, aliviando los síntomas de ansiedad. Existen innumerables técnicas de respiración que pueden ayudar significativamente a reducir la ansiedad en esos momentos de agobio.

3. Escribir un diario

Escribir un diario es otra forma excelente de trabajar con la ansiedad. No es ningún secreto que la ansiedad puede conducir a menudo al estrés, la preocupación y la rumiación. Llevar un diario es increíble porque puede ser una salida para escribir nuestros pensamientos y sentimientos.

Hay varios tipos de diarios que pueden ayudar a las personas que sufren ansiedad. Una de las formas más comunes de llevar un diario es simplemente escribir los pensamientos. Este estilo de diario es beneficioso porque permite al escritor expresar sus sentimientos de forma segura y privada. Esto no sólo puede aliviar la ansiedad en el momento, sino que también puede utilizarse para hacer un seguimiento de los patrones de pensamiento a lo largo del tiempo.

Del mismo modo, las instrucciones para escribir en el diario pueden ser muy útiles, ya que proporcionan un tema concreto sobre el que escribir. Lo mejor de los diarios de sugerencias es que son reflexivos y perspicaces. Hacen preguntas sobre los objetivos personales y la gratitud, y son una forma excelente de seguir los pensamientos a lo largo del tiempo.

A través del diario, podemos notar patrones de pensamientos y comportamientos que desconocíamos por completo o confirmar lo que ya nos preguntábamos. Esto nos ayuda a conocernos mejor a nosotros mismos y a entender nuestra ansiedad de una manera más objetiva.

También puede llevarnos a ser capaces de cambiar la forma en que hemos interpretado un acontecimiento que nos causaba ansiedad y sentirnos mejor. Cuando cambiamos la forma en que pensamos sobre un acontecimiento, también cambiamos cómo nos sentimos y nuestra reacción, lo que significa que podemos acabar llamando a ese amigo con el que nos sentíamos incómodos unos minutos antes y restablecer esa sensación de amor y pertenencia que todos necesitamos tanto.

4. Buscar ayuda

La forma más eficaz y a largo plazo de hacer frente a la ansiedad cuando ésta afecta a sus decisiones e interacciones es buscar ayuda profesional. Cuando la ansiedad está perturbando su vida diaria, dificultando la realización de sus tareas o la asistencia a los lugares que le gustaría ir, un terapeuta formado y cualificado en el tratamiento de la ansiedad puede enseñarle y proporcionarle apoyo para que pueda controlar y aliviar su ansiedad.

La terapia nos ayuda a aprender estrategias de afrontamiento eficaces y a largo plazo. En la terapia, aprendemos a cambiar nuestros procesos de pensamiento identificando y evaluando los pensamientos que crean un sufrimiento recurrente. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una de las formas más eficaces y breves de tratamiento de la ansiedad.

Diversos estudios demuestran que la TCC conduce a enormes mejoras en el funcionamiento diario de quienes luchan contra la ansiedad, la depresión y muchas otras preocupaciones. El mensaje central de la TCC es que nuestros pensamientos y acciones afectan a cómo nos sentimos. Por lo tanto, para afrontar y controlar nuestra ansiedad, primero debemos cambiar nuestra forma de pensar. Lo bueno de la TCC es que es una opción adecuada para todos los grupos de edad, desde los niños hasta los adultos.

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